viernes, 14 de noviembre de 2014


Caminantes estamos todos los gerontrek tristes y desamparados
Vamos a seguir caminando por nosotros, por lo que nos esenseño Tomi
Perdonen si no contestamos los mails es que no sabemos que ofrecer
Nos volvemos a comunicar en marzo

  Este es un articulo que salio en La Nacion el 26 de octubre  En Pasajeros Frecuentes

LOS INSPIRADORES PASOS DE TOMAS FISCHL


Caminar es despejarse y des-
pojarse, dejar de lado los sur-
cos cotidianos, salir al mundo,
dejar algunos objetos con los que
te sentís seguro en la ciudad. ¡No es
sólo mover las gambas, es una acti-
tud!” Así se entusiasmaba Tomás
Fischl al compartir sus reflexiones
sobre el arte al que consagró una
buena porción de su abundante
energía, especialmente durante
las últimas tres décadas.
La cita es de una entrevista pu-
blicada cuatro años atrás en la
nacion, en la que Tommy, como lo
conocían sus compañeros de ruta,
presentaba Gerontrek, un grupo
de peregrinos promediando los
60 años, con sentido de la aventu-
ra para los viajes y del humor para
los nombres.
Ingeniero, psicoanalista (vo-
luntario en El Bancadero, ONG
orientada a la asistencia psicoló-
gica grupal), dueño de Patio Alto,
uno de los hoteles más lindos de
Tilcara, Fischl amaba caminar.
Lo había descubierto en solitario
al cruzar a pie las Altas Cumbres
cordobesas. Pero pronto comen-
zó a repetir la travesía hasta cuatro
veces al año con más gente.
Así, invitando amigos y amigos
de amigos, muchos sin experien-
cia, armó Gerontrek, club anda-
riego y ecléctico (parejas, solos,
empresarios, profesionales, ar-
tistas; “nos gustan las mezclas”,
decía, impetuoso y divertido). No
tardaron en explorar juntos tam-
bién Jujuy, Sierra de la Ventana,
Bolivia, Ecuador, los Pirineros y
los Alpes.
Dos semanas atrás, el Coman-
dante, como también lo llamaban
por un natural liderazgo –del que
por momentos renegaba–, esta-
ba con otros quince Gerontrek a
punto de repetir aquel ritual de
las Altas Cumbres. Allí se sintió
mal y debió volver a Buenos Aires,
donde fue internado y falleció a los
pocos días.
“No por nada le decíamos Co-
mandante –lo recuerda Michèle
Utard, una de las Gerontrekkers–.
Era muy vital, la verdad es que nos
arrastraba un poco a todos. Y era
muy generoso. Si antes de un viaje
alguien le decía que tenía alguna
dificultad económica para par
-
ticipar, enseguida le contestaba:
¡Eso no es un tema, no me vengas
con excusas!”
A pesar del nombre Gerontrek,
Fischl no hablaba de trekking, si-
no de salir a caminar. Aunque con
esos términos simples, casuales,
propios de un par de vueltas a la
manzana, se refiriera a una se-
mana por la montaña, andando
seis horas diarias y durmiendo en
carpa.
“El grupo, el ritmo personal, la
respiración, el entorno: todo se
convierte en una misma música
–explicó una vez, recién llegado
en su bicicleta a la redacción de
la nacion–. La meta no es más que
un buen pretexto para estar aten-
tos a cada instante. Cada cual va
tomándose su tiempo..., en vez de
ser tomado por él.”
Gerontrek tenía previsto para
el 26 de diciembre un nuevo via-
je por la Patagonia, que de todos
modos se llevará adelante. “No lo
podemos decepcionar, aunque
el grupo esté triste. Tommy cam-
bió parte de nuestras vidas y nos
enseñó a gozar de la naturaleza”,
asegura Mónica Naftal, otra de las
caminantes.
Sus amigos no dudan de que la
próxima caminata será el mejor
homenaje posible para el Coman-
dante Fischl, que alguna vez dijo:
“Quizá los mejores senderos sean
aquellos con marcas de generacio-
nes de caminantes. Serán nuestras
pisadas también las que continúen
dibujando el camino”.ß
Por Daniel Flores
Los inspiradores
pasos de Tomás Fischl